"Ya nos descubrieron el negocio". Suena penosa la frase pero es cierto. El mundo se mofa en nuestra cara por la forma como hemos convertido lo que en otro momento era santa: la alabanza al Señor. Ya a nadie le queda duda que la música cristiana es un negocio que mueve millones de dólares en todo el mundo. Si no pregúntenle a Carman de South Park.
Si tanto las bandas o ministerios cristianos quieren hacer llegar su música al mundo, ¿por qué bandas como Hillsong, Jesús Adrián Romero o el mísmo y contradictorio Marcos Witt no abaratan los precios de sus discos, ahora que ya son millonarios por negociar con la fe? Mira bien el video, y verás que los cálculos y la estrategia que Carman emplea no están erradas. Son ciertas. Ojalá, esperamos que la iglesia abra de una vez por todas su ojos y deje de consumir los discos de muchos famosos "salmistas" que asaltan y trasquilan al cuerpo de Cristo debido a su ignorancia bíblica.
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