13.4.11

La historia del falso evangelio de la prosperidad

El “evangelio de la prosperidad” es “un evangelio diferente” al que predicó Cristo y que tuvo su origen, como es de esperarse, en un país próspero como los Estados Unidos. Según este monetario evangelio, Cristo es el dueño del universo y, por ende, riquísimo. Si él es el Rey y Señor de todo el universo, entonces sus súbditos son príncipes. Como tal, deben ser ricos también.



Según el “evangelio de la prosperidad”, Cristo quiere que todos sus seguidores prosperen en lo material, que no sean pobres, que tengan casas y carros lujosos, en fin, que vivan en la tierra como príncipes, con todas las comodidades que atañen a tal posición. Cristo no quiere que sus seguidores padezcan necesidad o sufran. Los predicadores audaces de este evangelio aun se atreven a burlarse de los cristianos pobres y enfermos, ridiculizándolos y condenándolos como faltos de fe y de revelación.

Al examinar a la luz de la Biblia los fundamentos del “evangelio de la prosperidad”, concluimos que todos los pastores que le predican, no quieren que sus seguidores se salven . ¿Te parece extraña esta conclusión? ¿Por qué? ¿No dijo Cristo mismo que “es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios”? (Mateo 19.24). O sea, es casi imposible que el rico se salve.

¿No dice Pablo en 1 Timoteo 6.9 que “los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición”? Pero, según los hábiles promotores del “evangelio de la prosperidad”, ¡debemos querer enriquecernos! ¡Orar para enriquecernos! ¡Dar ofrendas generosas a sus ministerios para que Dios nos las devuelva, no multiplicadas cuatro veces, sino diez! ¡Pensar positivamente y proyectarnos como ricos ya! ¡Reclamar que Dios nos enriquezca! ¡Hacer un pacto con Dios que lo obligue a bendecirnos materialmente! ¡Todo esto son puras mentiras! Lo que pretenden estos promotores del “evangelio de la prosperidad” es pelarnos, trasquilarnos, y enriquecerse ellos mismos a expensas nuestras y hacer crecer sus ministerios "exitosos", y lo logran con las ovejitas que entran ciegamente en su redil, el cual, de cierto, ¡no es el redil de Cristo! Lo que hacen es engañar a los que les prestan oído para que se pierdan eternamente.

¿Quieres enriquecerte? Pablo afirma que “los que quieren enriquecerse caen... caen... caen en tentación y lazo.” Caen de la gracia. Pierden la salvación. ¿Quieres enriquecerte? Pablo testifica que los que lo quieren hacer “caen... caen... en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición.”

Precisamente, se descubre en estas palabras de Pablo un defecto mayúsculo, un error feísimo del “evangelio de la prosperidad”, a saber: Apela a la avaricia, a la codicia del ser humano, enseñándole a justificar en el nombre de Dios su afán por las riquezas de este mundo, afán que contradice el espíritu mismo del evangelio de Cristo, pues según este mensaje espiritual, “el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa” (Mateo 13.22). Pero, el “evangelio de la prosperidad” dice: “Hermanito, hermanita, ¿quieres prosperar? ¿Quieres enriquecerte? Eso es lo que Dios quiere para ti. Bendito, Él es dueño del universo y está sentado sobre un trono de oro puro y finísimo. Él no quiere verte pobre y atribulado sino rico y feliz. No tengas dudas al respecto. Ten fe en ti mismo. Aumenta grandemente tu propia autoestima para que te lances ahí por el mundo buscando agresiva y confiadamente mejor empleo, más entradas, más riquezas para ti y para los tuyos.” Pero, Pablo replica: Hazlo, ¡y caerás en muchas codicias necias... necias y dañosas . Hazlo, ¡y te hundirás “en destrucción y perdición”. Responden los predicadores del “evangelio de la prosperidad”: “¡Tonterías! ¿Quién fue Pablo? Un desventurado cristiano que no supo reclamar las riquezas que Dios estaba dispuesto a derramar sobre él.”

A lo cual respondemos que ese tipo de comentario es prácticamente una blasfemia. Es obvio que Pablo procedía de una familia pudiente y que él mismo era rico en las cosas de este mundo antes de entregarse a Cristo. Al aceptar el evangelio puro, no el necio “evangelio de la prosperidad”, escribió en Filipenses 3.7 , en adelante: “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo , y lo tengo por basura , para ganar a Cristo.” Nos atrevemos a decir que los astutos y locuaces propulsores del “evangelio de la prosperidad” no conocen este tipo de “amor” sacrificado, dispuesto a perderlo todo para poder alcanzar “la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús”. No conocen esta “excelencia del conocimiento” espiritual, esta sabiduría celestial, porque el espíritu del materialismo que embarga su ser no les permite conocerla.

1 comentario:

  1. Hola, mi nombre es Flavia, lo pongo como para hacerme cargo de lo que voy a escribir.

    Probablemente yo este equivocada, no se todo, pero con Dios iré aprendiendo el resto.
    Duele sabe.. duele leer lo anterior.
    No está mal tener dinero, ni ser rico. El dinero no es malo. Lo malo es nuestro corazón.
    Yo no creo malo ni tener mucho, ni cobrar caro por los discos ni nada de eso.

    No estoy a favor de la piratería. No soy tampoco multimillonaria. Pero Dios nunca dejo que me falte el pan, si de alguna manera pase necesidad él también supo suplirla.

    Porque esta introducción. Estoy de acuerdo con lo que dice. Pero no lo comparto.
    No es que este blasfemando, porque lo que menciono es palabra de Dios, pero yo lo miro desde otra perspectiva.

    Mire personas que amo en mi iglesia, mis líderes, que yo veo que se esfuerzan, trabajan, sirven y estudian, encima tienen que tener tiempo para dedicarle a su hijo, y apartan también para instruirnos a nosotros, tienen un grupo de música. Con mucho esfuerzo y sudor lograron grabar su material. Y por cierto les salió caro, pero la calidad musical no fue como para competir en el mercado. Y vi como muchas veces quisieran poder dar más sabe. Hacerlo mejor para Dios, pero no tienen los recursos. Aun así ahora están luchando por hacerlo mucho mejor.

    Que tiene que ver todo esto. La música fue creado por y para Dios, y ver como es lo que más atrae a la gente al mundo.. es frustrante.. Y de los Cristianos que se dice? Los Cristianos porque es para Dios creen que hacerlo a medias está bien? Lo mejor está en el corazón, pero como se encuentra el mundo ahora necesitamos que lo mejor este en los oídos y en buena calidad.
    Sabe cuánto daría yo por poder apoyarlos. Por poder decirles, está todo pagado, vayan a grabar. Su vida demuestra su amor hacia Dios. Pero aún no lo puedo hacer.

    Pobre, no es el que no tiene dinero. Pobre es aquel que no sabe compartir.

    Las personas necesitan ver que somos diferentes, Dios es un Dios diferente.

    La iglesia primitiva estaba basada en el amor y en compartir. Para un pueblo egoísta que solo cargaba yugos pesados esto en el pueblo hizo una diferencia, vieron el amor de Dios plasmados en sus hermanos, en la vida de Pablo. Algo les impacto de eso.

    Nosotros, nos fijamos más en los detalles y perdemos lo esencial.

    Está bien denunciar a los “lobos”, pero también podemos aprender de ellos. Nos enseñan que debemos conocer y amar más a las ovejas.¿ Porque? Acaso en una familia o grupo de personas que se conocen y se aman , se infiltra un extraño, por más que hable, o se vista igual, habrá una diferencia. Ellos se conocen y aman, sabrán diferenciar quien o que es lo extraño. Nosotros nos señalamos, acusamos, herimos. Así cualquier lobo vestido de oveja capta nuestra atención.. No lo cree?

    Yo no soy quien para juzgar, y soy demasiado joven como para llevarle la contra en algo, no puedo decir que mi vida es un ejemplo. Yo solo quiero ser diferente sabe. Quiero poder ayudar aunque digan que es una tontería, quizás hayan lobos que no saben que en verdad no son ovejas. Quiero apoyar a esos lobos aunque suene tonto, mostrarles que Dios ama a lobos y los renueva en ovejas también. Porque siendo nosotros la luz, solo oscurecemos al mundo?? Nosotros nos apagamos entre nosotros. Eso duele.

    Cuando hay luz no prevalece oscuridad.

    Es cierto tendremos recompensa en el cielo, pero el mundo necesita ver que los cristianos son cristianos tanto en prosperidad como en escasez.

    Porque? Porque la convicción no es por la situación. Es por la fe.
    Y yo si voy a sembrar en la vida de mis Pastores, de mi iglesia, de mis amigos, de mis líderes. No porque “seré prosperada, o porque tendré 100 x 1”, yo lo hago porque amo a Dios, y amo verlos bien, verlos reír. Capaz a veces no tenga todo lo que yo quiero por hacer eso, pero es genial sabe. (Aunque pegaría tener más, para dar más).

    Dios los bendiga.

    Yo quiero vivir la vida con otros ojos y sentir con otro corazón.

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